En cambio, en el céntrico barrio de Prosperidad, desde la plaza, todo cae al alcance de la mano. El mercado, a 60 metros; el cole de los críos, a 590; y el centro de salud, a 670. Los tres destinos en un paseo de 20 minutos.
Igual ocurre con el parque, el polideportivo o la boca de Metro. Distancias cinco veces mayores. Un total de 21 kilómetros en desplazamientos habituales en Sanchinarro por tan sólo cuatro en Prosperidad. Es la gran diferencia de movilidad entre los nuevos barrios y uno arraigado y bien dotado de servicios.
La demostración práctica la realizó ayer la asociación Madrid Camina, por la Semana de la Movilidad. Denuncia el urbanismo de los nuevos barrios, que encadena al coche a sus vecinos.
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